Siete proyectos conseguir un mundo mejor

Llevamos colaborando con este proyecto desde hace 6 años. Empezamos acudiendo a charlas que daba la Fundación en parques naturales, animados por mi hijo que es amante de los animales y le llamaban mucho la atención los insectos. Al final el entusiasmo de las personas de la Fundación y el proyecto nos animó a colaborar con ellos.

Aparte de una cuota anual como cualquier otro socio, nos encargamos de crear el oasis en un terreno que tenemos en Berganzo, para poder observar las mariposas de la zona, sobre todo las nocturnas. Además, colaboramos activamente en plantaciones de olmos promovidas por la Fundación y en la divulgación de su trabajo.

Creo que más que orgullo, estoy agradecido, ya que al final cuidando el medio ambiente, y en este caso los insectos, han hecho que toda la familia estemos implicados en un proyecto social y sinceramente creo que hemos ganado más nosotros como familia que lo que hemos podido aportar a la Fundación.

El año que viene cumpliré 30 años de vinculación con el club Gure Auzune de balonmano. Primero como jugador desde el año 1993 hasta el 2000 y posteriormente, en el año 2015 comencé como colaborador de la junta directiva. ​

Mis tareas dentro del club han ido variando con el tiempo. En un inicio mi tarea principal fue la de poner orden en la parte no deportiva del club, para lo cual realicé un plan estratégico del que salieron varias acciones entre ellas, en temas como gestión de patrocinadores, trato con la prensa e instituciones, así como el game day.

Actualmente me encargo de la previsión financiera previa a cada temporada, así como la gestión de los patrocinadores y negociación de las condiciones. La faceta de la que me siento más orgulloso es la social, colaboraciones con la asociación contra el cáncer, o con Jambo Congo, además de la pelea para mantener vivo un deporte como el balonmano en Vitoria, trabajando desde la cantera.

La asociación lleva casi 28 años en funcionamiento, de los cuales llevo colaborando los dos últimos. Mi involucración en esta asociación me llegó por medio de mi ama. Ella, junto a gente del barrio, se encargan de llevar toda la operativa de este grupo. Mi papel está más en la sombra, creando las plantillas, seleccionando las películas y organizando salidas.

El Fórum 50-70 es una asociación de personas mayores, que semanalmente crea actividades y conferencias. Algunas de estas, se pueden disfrutar gratuitamente y otras sólo pueden disfrutarla las socias y socios con una pequeña cuota anual. Semanalmente, se prestan talleres (memoria, psicología, gimnasia…) con un total de 10 horas y se atiende a más de 35 personas en cada uno de ellos. Además, se les ofrece la oportunidad de participar en tres salidas durante el curso, como a Salinas de Añana en el último año.

Ver la vitalidad de los participantes, que no se cansan de aprender, colaborar y compartir el tiempo con otros, es motivo suficiente para seguir ayudando cada año con esta asociación.

Llevo, junto con mi familia, apoyando al Centro Nutricional aproximadamente 7 años. Tuve la suerte de conocer el Centro a través de un curso de superación personal y liderazgo. Actualmente el Centro alberga a niños y niñas de 0 a 12 años con maltrato físico, emocional y abandono hasta encontrar una familia que los adopte.

Mi involucración principal es dedicar parte de mi tiempo libre a estos niños y niñas apoyándoles en actividades recreativas. Entre otras actividades, nos encargamos de llevarlos a la alberca, al cine, y organizado fiestas del día del niño. Así mismo, cada año realizo en RPK México rifas para lograr financiación para la compra de equipamientos escolares. Además de estas actividades, colaboramos activamente en tareas de mantenimiento de las instalaciones.

Debido a esta involucración durante todos estos años mi esposa Ivonne y yo, comenzamos a valorar la posibilidad de adoptar a uno de estos niños y, actualmente ya hemos comenzado los trámites para la adopción. En estos momentos nos encontramos en la última fase de encontrar al niño o niña que sea idóneo para nosotros y nosotros para él o ella.

Es una casa donde albergan niños y niñas en situación de calle o con un contexto familiar muy disfuncional. Los rescatan de la calle y los llevan a esta Institución. Actualmente están 16 niños desde 1 año a 16. La mayoría tiene entre 3 y 7 años. Llevo 8 años apoyando a esta Institución y junto con mi familia visitamos la casa y hacemos dinámicas con los niños: jugamos, llevamos comida y en ocasiones los llevamos al cine o algún parque donde puedan jugar y convivir.

Personalmente me llena el corazón verles sus caritas felices y ver que con un abrazo su día cambia. Cuando me despido de ellos me dicen: «no te vayas quédate» y a mi se me rompe el corazón, pero a la vez, me motiva para seguir adelante y volver a seguir dando mi apoyo.

La Casa Hogar vive de ayudas, hay carencias materiales pero, la carencia más profunda que tienen estos niños es el amor, sentirse queridos. Es una experiencia muy satisfactoria.

Empecé a colaborar con esta organización, hace ya unos 12 años, en actividades enfocadas a la ayuda psicomotora a los niños de la asociación, pues éramos pocas familias. Con los años la Asociación ha ido creciendo y cada vez realizamos más actividades y actos solidarios como, por ejemplo, en la Diada de Sant Jordi, vermuts solidarios, grupos de baile u otros durante todo el año como fútbol y básquet inclusivo, lotería de Navidad, Fiesta de Navidad familiar y el calendario anual con el cual RPK lleva colaborando los últimos años.

Mi relación con el proyecto vino por una necesidad familiar. Tengo tres hijos y uno de ellos, el mayor, tiene Síndrome de Down. Tiene 13 años y desde que lo tuve, empecé a colaborar con la asociación Down Tarragona.

Como padres, aportamos económicamente una cuota mensual para el funcionamiento de la Asociación. En estos años, hemos conseguido que la Asociación ofrezca servicios como logopeda, refuerzo pedagógico, salidas de ocio, etc. Actualmente tenemos local propio, de lo cual estamos muy orgullosos, pues ha costado mucho trabajo en equipo y mucha ayuda económica. Dentro de él se realizan dichas actividades que sirven para mejorar el día a día de todos ellos, incluido mi hijo.

Kaixo, soy Arturo, compañero de RPK Gasteiz, y llevo colaborando con Gaztedi Rugby Taldea las últimas seis temporadas. Comencé los primeros dos años con colaboraciones puntuales en Araba Cup, topaketas, torneos, Rugby Tienda… Los dos siguientes años me propusieron ser delegado en una de las categorías de la escuela, y tras esas dos temporadas di el salto a delegado de Academia, tanto de campo como de equipo.

Sin duda, lo que más me reconforta y me llena, es celebrar ese espíritu de fraternidad entre rivales, que se plasma cada partido en el denominado Tercer Tiempo, momento en el que ambos equipos comparten mesa e intercambian amistosamente opiniones.

Así mismo, no puedo dejar de mencionar otra área de trabajo que me llena de orgullo que es el equipo inclusivo en el que juegan jóvenes con y sin Síndrome de Down. Su labor para fomentar la práctica del deporte como una forma de mejorar las capacidades de las personas con Síndrome de Down y su inclusión en la sociedad.